Los que hemos vivido en nuestro querido distrito desde siempre, soñábamos con artístico puente con prosapia que uniera los malecones de la Reserva y 28 de Julio con el Malecón Cisneros, sobre todo cuando teníamos que enfrentar a los barranquinos, en los barrancos de este lado a punta de pedradas quijotescamente por el supuesto "honor" de una chiquilla que venían a enamorar en nuestro bucólico parquecito Madrid, tranquilo, florido y perfumado donde se podía aprender a montar bicicleta, usar patines, acompañar a las "niñas de su casa" ruborizadas por nuestra presencia juvenil, en fin, donde la vida de barrio fino era posible entre pares, que hicieron posible acrisolar los valores y las definiciones clásicas de la mentalidad del niño, del adolescente, del joven revolucionario idealista, del vecino maduro y sensato, así es que no puedo dejar de recordar las "épicas" jornadas palomillas de mis coetáneos, muchos de ellos Maristas por no decir casi todos, en las calles del barrio, de Venecia, Trípoli, Madrid, Bolognesi y José Gálvez.
De los Navarro Grau, y los frenéticos partidos de fulbito, Los Penagos y sus bandas musicales, "Riqui Ricardo", el gran pionero de "cocinero" de Monterrico, y su hermano diplomático Jaime Álvarez Calderón, el chino Yuen que quería ser el "chino Jhon" para enamorar a una chica Cilloniz y lo consiguió, el "Guta" y Pepe Zignago, sus primos, los hermanos, el negro Aldo y nuestro recordado compañero de carpeta Joe Danova, Javier Zignago. Otros, mis vecinos más próximos, los Fiorani, "Riki" y su hermano mayor Alfredo, los Michelsen Terry, Carlos y Pedro, sobrinos carnales del Presidente Belaunde Terry; Héctor, Ernesto y Felipe Llona Málaga, el único abogado de profesión que sabe más de agricultura y viñedos que muchos agrónomos, los hermanos franceses, Filippe y Olivier La Marche, quien me hizo debutar como su "padrino de duelo" por el amor de la linda francesita Genove La Galice, en fin, el inefable Pepe Rada, más conocido como José Jacinto Rada de la Torre y Romanville, cacique de la Convención y dueño del té Huyro, más reconocido como el Prefecto de Ayacucho en la época de los terrucos.
A todos ellos voy a enviarles el enlace de Café Marista como la mejor manera de hacerles recordar quiénes somos algunos miraflorinos de pura cepa, e integrarlos fraternalmente para que sirva también como la mejor vacuna y antídoto inventado pero no divulgado por Luis Pasteur contra la "rabia humana", enfermedad más humana que canina de argolleros y cofrades de nuevos ricos que conspiran ocultos y anónimos en las sombras de la exclusividad contra la unidad Marista, en la desventura de estar solos con su cansina conciencia. Y es que estoy seguro que todo este caleidoscopio de personas y personajes que vivieron un mitológico sueño del barrio miraflorino auténtico, van a estar de acuerdo con lo que les voy a decir sobre el dichoso puente de los "suicidas" Villena Rey, hoy de moda con esto de las elecciones municipales.
La verdad sea dicha, un puente cualquiera haya sido su concepción, debe entre sus virtudes ser artístico, utilitario y prioritariamente su génesis ha de servir para unir y no para desunir, esencialmente el estilo de vida de los auténticos Miraflorinos, sus usos y costumbres que los hacen diferentes con personalidad propia y distinguida, y eso no viene sucediendo desafortunadamente y fundamentalmente por intereses económicos subalternos y por la voracidad fiscal de la autoridades municipales, ya que su representatividad primigenia perdió su carácter vecinal desde que los partidos políticos (y en este caso en forma monopólica) usurparon la representación vecinal los últimos 50 años, para constituirse en el primer peldaño de la carrera política a costillas de los sufridos vecinos. Así es que rememoremos: De la noche de los tiempos aparece el puente más antiguo del mundo en Clam Bridge, Inglaterra, de 10,000 años de antigüedad, de una sola roca monolítica…
…Pasando por sinnúmero de puentes Romanos desperdigados por el imperio civilizador del mundo, siendo el de Alcántara…
…Sobre el río Tajo el más alto de 107 metros, construido entre el año 104 de nuestra era, hasta que llegamos al Q'eswachaca incaico, sello inmortal de la ingeniería inca, patrimonio de la humanidad:
…Y luego, a brochazo limpio, llegamos al puente sobre la quebrada común y silvestre de los baños de Miraflores, que estuviera unido con un rústico puentecito de madera para unir senderos cubiertos de campanillas las flores del lugar, chorrillos de agua de filtración aflorada de la napa freática, y un riquísimo aroma a maní tostado para el deleite de los que iban a los baños de "La Belle Èpoque", y al Waikiki y Pacífico Sur a sociar o a practicar tabla. Ese bucólico rincón de balneario de un plumazo fue remplazado por un puente de concreto y de estilizado arco, precio de la modernidad, en sus inicios sencillo, decorativo, sin mayores aspiraciones:
...Para ser destinado a unir, bien orientado, un primer anillo de circunvalación del flujo ordenado del tráfico distrital, lo que desafortunadamente nunca ocurrió sino todo lo contrario, como el cangrejo, se convirtió de sencillo a alambicado puente, único en el mundo desde donde no se puede ver el mar el horizonte y el paisaje por el San Benito de los suicidas que los hay en todas partes, adornado como un “stent”de policarbamato para corregir lo incorregible, la arteriosclerosis anticipada provocada por la ausencia de talento en el desarrollo urbano de los tan cacareados partidos políticos de los mejores cuadros técnicos:
...Un tránsito que colapsa porque han primado los intereses políticos y subalternos de alcaldes que no se pueden disculpar de ignorantes, pues pertenecen o han pertenecido al partido cuyo lema fundacional fuera que “a los mejores técnicos se los alquila”. ¡¿Qué técnicos han contratado los alcaldes doctorcitos en derecho retorcido?! Para hacernos consentir que las dos primeras cuadras del Malecón Cisneros estén cerradas y se usen como playa de estacionamiento propia de los propietarios de los rascacielos con vista al mar y de un mar de "cholitos melosos" del Parque del Amor, matrimonios masivos incluidos, una nueva forma de vivir y de recuperar el liderazgo municipal. Y no me vengan a decir ahora que legos en derecho constitucional son o han sido Andrade, Masías, Muñoz, Molina, y otros más que mejor no me acuerdo porque ya descansan en paz. Este no es el Tapón del Darién de Panamá ni mucho menos, sólo hay que hacer cumplir la constitución y la ley, ¿o no, cándidos candidatos a qué?
La constitución dice: Un primer derecho ciudadano es el libre tránsito de personas y vehículos, por lo que no se puede cerrar un espacio público cualquiera que sea el artificio o sin razón. En este caso, han bastado un sardinel, esmirriadas palmeritas y dos cilindros rellenos de cemento y mucho, mucho disimulo, diría yo generacional.
Las vistas de las dos primeras cuadras del Malecón Cisneros, que se encuentran bloqueadas; actúan como un tapón del tránsito norte-sur y viceversa del puente de marras Villena Rey. La solución: Respetar el derecho constitucional del libre tránsito.
Los resultados están a la vista, no se ha concluido la ampliación de la avenida Jorge Chávez, que empalmando con las dos primeras cuadras del malecón Cisneros darían continuidad y fluidez al tránsito del puente con una gran avenida que se inicia en el óvalo Gutiérrez, integrando Comandante Espinar y Jorge Chávez al malecón y al puente, esperada desde siempre por el vecino que quiere paz y tranquilidad y no el lucro y el usufructo de la plusvalía de las constructoras.
La desinteligencia que se impone no ha sido gratuita, conectar el dichoso puente forzadamente casi en curva de 45 grados con la calle Francisco Bolognesi, necesitando tres cuadras más allá de un forzado ovalo en el que fuera un rectángulo el parquecito Bolognesi para luego siete cuadras más allá tenga que voltearse en nudo gordiano que cortar con curva de 90 grados sobre la Avenida Angamos y una cuadra después retomar finalmente sobre Comandante Espinar y por fin en línea recta al Ovalo Gutierrez. Todo este desaguisado se quiere hoy perpetuar con un “puente” mellizo, concebido seguramente por afiebradas mentes “alquiladas” a grandes intereses que están de turno, porque estoy seguro que si se consultara a los vecinos en cabildo abierto (en especial a los de la tradicional y estrecha calle Juan Faning) si quieren conectarse con el puente “mellizo”, grande sería la sorpresa y la mentada de madre, como la vienen recibiendo de los vecinos de la calle Bolognesi; los vecinos son pacientes y educados, pero no tontos, y de alguna manera se la van a cobrar.
Como dice la sabiduría popular, al “puente roto” nadie lo pasa, y eso es lo que está pasando en el hoy aberrante y utópico Miraflores.
