Este sábado, víspera de domingo 7 amaneció
para mí muy triste, pues la radio anunció la muerte de Antonio Cisneros a
los setenta años, base siete, siempre vivió en la calle Roma, "aquí
nomás", a dos cuadras de mi casa de José Gálvez, vecinos literalmente
"de toda la vida", la colegial en el Champagnat que junto con Carlos
Martijena y Alfredo Ostoja eran los hermanos mayores a la salida del
portón de San Ramón, nos acompañábamos a diario con los menores que
fuéramos Augusto Muzaurieta, José Roncagliolo y el que escribe por la
ruta común que nos llevaba a casa, y ya adultos, siempre amigos, desde
que los queridos "curas" que nos educaron en primaria nos mandaran a un
concurso intermarista de redacción castellana, hasta el día de soledad y
duelo que me tocara la puerta para ir a tomar un bohemio café como le
gustaba, por eso "Toño", no me sale el consabido discurso "descansa en
paz", sino el meritorio "sigue trabajando a gusto hasta que me toque,
tocarte la puerta"...
El
"shabat" marista fue en contraste muy alegre como es la vida, con la
presencia extraordinaria de Percy Pool, quien ha venido de los "Estates"
a pasar su santo y a conversar con sus amigos del "cole", para mí fue
un gustazo verlo después de tanto tiempo, acompañado del flaco Johnny
Thornton Presidente, estuvo también nuestro escritor Pedro Carcelén,
seguro tomando notas e impresiones para su próximo libro, llegó Eduardo
Vásquez, sobrio en su decir, y recientemente barbado mi querido
"Tancho", veloz y deportivamente como siempre, Fernando Zender, eterna
juventud de la "promo", ingresó "Cachito" a la cancha, y mi dilecto y
motivador "adú" de los sábados, Fernando del Solar, casi pierde el banco
por irse al "pichi room". Azar o fruto de algún sortilegio o
simplemente porque leyó el anterior correo se apareció Francisco Otero,
nuestro psiquiatra (por opción y no por ocasión), a quien no pregunté
por las enfermedades del "sancochado de stress" del mail del otro día,
pero su sola presencia me confirmó lo acertado del "antídoto propuesto".
Recién llegadito del país "puente de las Américas", Panamá, cargado de
entusiasmo y éxitos, Luis Caballero nos puso al día con su franqueza de
triunfador sobre los efectos prácticos y apasionantes de la clonación en
la célula humana, que fueron vetados por los prejuicios de Bush, y que
hoy le cuestan a los Estados Unidos diez años de atraso en los
concentrados protéicos celulares de uso médico en la lucha contra el
"maldito cangrejo". Gracias Lucho, por tan privilegiada información en
el límite del conocimiento. Yo les hablaba coincidentemente el otro día a
mis colegas promocionales sobre la clonación con células de mamut en
universidad rusa con científico coreano, como motivación de nuestra
fundación científica universitaria, qué mejor para el leitmotiv que la que tú nos has proporcionado generosamente.
Con el anuncio del "compañerito" Juan que
"amenaza" con almuerzo para la quincena, vayan haciendo dieta hasta la
confirmación del "flaco".
Arrivederci y, saluti a tutti.
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