Pues bien, este sábado fue de puro ingeniero y de la "A", que no le
tienen miedo al número 17 de la mala suerte itálica; gran y agradable
sorpresa fue encontrarme con "Papi Vargas" acompañado de "Tancho"
Vásquez en el Hall del Hotel, y poco después a media reunión se apareció
un fraterno náufrago César Garcés, recién llegadito de Costa Rica, que
lee los mails (que ya es un mérito adicional, ja ja) y está de paseo en
su antiguo barrio, nos contó que como buen agrónomo cultiva café
"blanco" con ritmo centroamericano. Tancho aprovecho la ocasión de
tomarnos una foto con el ultimo alarido tecnológico de Macintoch, la
Apple que le ha regalado su hijita "sólo por 30 días para ver si se
acostumbra", ojalá me las pase para incluirlas en el mail y comprobar
que tan viejos y reconocibles estamos. Hablamos como siempre, como lo
hicimos en el cole primarioso, francamente en el recreo, de todo un
poco: Que si estoy a dieta, que si como la mitad, que si te acuerdas de
la guapa gringa Lesly que vivía en el pasaje, que qué ha sido del
cura... que si se reúne con uno de la promo, que sí y que no, se fue
pasando la hora como un chispazo de vida nueva con cada recuerdo, con la
promesa de volverse imperecedero en la memoria, la expresión en los
ojos vivos con que volvemos a vivir, fraternos hermanos, el
reencuentro...
¡Buena caza, Maristas!
Sparvieros! Accipiter Velut!
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