A reglón seguido, quiero agradecerle a Rolando la tarea que nos ha dejado a todos los "comitentes" para masajearnos el cerebro, ocho ejercicios (¡no seas malo!) que como tú dices, son antes que nada para pensar, sin angustiarse por resolverlos todos y en el intento activar la actividad cerebral y para algunos como yo, con la ayuda del cerebelo, el bulbo raquídeo, la medula espinal propia y ajena, casi un éxtasis, y además, con los conocimientos de las amistades que nos puedan ayudar a resolverlos. Y es que como he oído por ahí decir a entendidos, hoy por hoy, la gente ya no lee, no quiere pensar y menos comprender las cosas y si lo hace, lo pregona por puro "snob", debido a que su concentración es mariposeante ante la multitud de estímulos recibidos y el deseo de saborearlos todos, que hace que su percepción sea superficial, banal y poco gratificante.
Con las neuronas activadas al máximo, distante de apreciaciones “mononeurales” y patrioteras, abordo el tema de la semana, que no puede ser otro que las argucias chilenas de siempre, que se disfrazan con lenguaje legalista ambilicado, lo que todos sabemos y aguantamos, la ambición sin límites del engendro "Mapuvasco-germacriollado", que nos persigue desde la colonia por falta de una autentica clase dirigente y su permanente acojonamiento. Esta vez "dizque" estamos bien representados en La Haya, y como siempre tenemos la razón, el Agente Peruano es un distinguido primarioso marista del San Isidro, y la audacia del rival ya le sacó que su ingles no es fluido ni elegante, no me extrañaría que fuera ex alumno del profesor Gallo, recordado "zapatón" que regalaba toffees de leche, y famoso por sus "tabas" naranjas y su sempiterno terno azul eléctrico (a propósito sin que tenga más relación directa que el color, un poema a los zapatos naranjas de antología).
Un francés, un norteamericano y un italiano, jurisconsultos del oficio, nos van a defender "hasta las últimas consecuencias", ante la expectativa nacional absorta, ante la dejadez, y falta de educación en el tema y negligencias burocráticas que se tienen que esconder cándida o puniblemente bajo la alfombra, lo que resulta patético proveyendo los antecedentes de nuestros rivales históricos. ¿Y después qué? ¡Chita la payasada pue' nor! Una victoria internacional pírrica es lo que buscamos, es que, en más de cien años no hemos podido acunar una generación magnánima de élite gobernante, que contrarreste los apetitos mezquinos materialistas y frívolos de modernidad y globalización reinante. Ante la ambición chilena, parafraseando a Oscar Wilde, podemos decir que es "El último reducto del fracaso", por eso hagamos votos por la verdadera victoria, sobre nuestras propias limitaciones, con templanza Cristiana y Marista.
Un abbraccio per tutti.
PD: Asistieron JGCH, EVD, JTM, LCM, ECPA, FCHL, RMB, LDS.
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