Con la presencia de Alberto Chirif, como novedad de las reuniones
matutinas de los sabados, se iluminó el último pasado el encuentro con
un viejo "adú" de la avenida Pardo de antes, el Antropólogo de
la promoción, con su conversación franca y honesta nos enriqueció y dio
calor a la última mañana fría de agosto. Así me pude enterar, entre
otras cosas, de por qué no se había podido hacer un criadero en la selva
de boas y víboras y otro "pets" que alegren la vida y aligeren el
bolsillo de "exóticos gringos" (el otro día que viajaba a la Florida,
me crucé con un flaco de impermeable, parecido a nuestro querido Johnny,
que se llevaba en el bolsillo un pobre papagallito drogado, que costaba
$5000 pérfidos y devaluados dólares, ¡cosas de la sociedad del consumo y
de la globalización! Qué le vamos a hacer...).
Terciando la conversación, con Lucho del Solar, que le gustan
las carreras de carros más que a mí, me enteré de otro hecho exótico,
grata sorpresa: que
Julito Guerra también era corredor de carros, y que en sus buenos tiempos competía con un Opel amarillo.
Preparándome
para "sufrir" con el partido contra mis conocidos "boncheadores"
venezolanos desde los 28 años en que fui "adido" comercial en tierras
llaneras, y poniéndome a dieta para comer en "mistura" un alfajor de
miel "volador" arequipeño y un alfajor de "penco" con nueces verdaderas,
moqueguano, los dejo con ganas hasta la próxima...
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